La nadadora Paula Ruiz (Mairena) dio la pasada temporada un importante salto en su carrera como nadadora de élite especialista en aguas abiertas al debutar en el Mundial absoluto de Balaton. Además obtuvo dos cuartos puestos, en individuales y relevos, en el Europeo júnior de Marsella. Uno de los momentos más inolvidables de su carrera llegó en el Campeonato de España de Bañolas, pues mantuvo un memorable codo con codo en los 5 kilómetros con la campeona olímpica Mireia Belmonte que se resolvió a favor de la de Badalona por apenas 30 centésimas tras 58 minutos de lucha al límite de las fuerzas de cada una. La malagueña sueña con darle algún día una medalla olímpica a Andalucía.
-La pasada campaña dio un nuevo salto en su carrera al debutar en un Mundial absoluto ¿Cómo planificó la temporada junto a Xavi Casademont al estar en tantas competiciones internacionales entre los meses de marzo y agosto?
-La preparación fue con un único objetivo: La clasificación para el Mundial absoluto. Ese fue mi objetivo al 100 %. Para ello había que cumplir todos los criterios marcados por la Federación Española y, por supuesto, el último criterio para ser seleccionada era ganar el Campeonato de España. A todos los campeonatos tanto de piscina como de aguas abiertas que hubo hasta llegar a Bañolas fui con una carga máxima de trabajo. No poder competir al máximo nivel en los distintos campeonatos por ir en fase de carga, por mi condición competitiva, me pesaba. Xavi siempre me decía: el objetivo es otro, no hay que distraerse en el camino. Estás aquí o allí porque forma parte del entrenamiento pero no es el objetivo.

-¿Cuéntenos que sintió al competir de igual a igual con Mireia Belmonte en el Campeonato de España de aguas abiertas?
-En las aguas abiertas nunca se puede prever nada. Entran en juego cosas que no puedes controlar. El día anterior hice 10 kilómetros con mucho control de la carrera para no desgastarme demasiado. Sabía perfectamente quienes eran mis rivales al día siguiente en los 5 kilómetros (Erika Villaécija y Mireia Belmonte). Ellas venían frescas, no habían hecho los 10 kilómetros. Cuando dieron la salida encabecé la carrera. A mis pies Mireia y a los pies de ella Erika. Al rato pensé que así no íbamos bien y me puse en paralelo a Mireia. Hubo varios cambios de ritmo que aguanté perfectamente. Vi que se descolgó Erika y seguimos las dos. Siempre en paralelo, brazada a brazada, con un mismo ritmo y al final hubo un sprint que aguanté hasta el último milímetro. El juez dictaminó como ganadora a Mireia. Cuando terminé me di cuenta de la carrera que había hecho, codo con codo con la más grande. Fue un honor competir a ese nivel. Cuando me tiro al agua, jamás pienso quien llevo a mi lado. Siempre hago mi carrera, no me dejo impresionar.
-¿Qué tal vivió la experiencia de debutar en un mundial en Budapest?
-Ir a un Mundial absoluto y poder medirse con las mejores especialistas es un lujo y como aprendizaje no tiene precio. Estaban todas. No faltó ninguna a esa cita. Aprender para crecer.
-¿Qué reflexión hace de su actuación en el Europeo júnior de Marsella?
-No llegué en las mejores condiciones físicas. Me pasó factura tantas competiciones. En un mes competí tres veces en el 10 kilómetros y dos veces en el 5 kilómetros. Cuando llegué a Marsella, mi cuerpo no tiró. Yo ya se lo había comentado a Xavi y Ricardo Barreda (director técnico de la Federación Española). No estaba bien. Me sentía cansada. Ha sido mi primera temporada en los 10 kilómetros y ese cambio lo noté al final.
-A tres años vista de los Juegos ¿Es un sueño o un objetivo real nadar en Tokio en 2020?
-Siempre es un sueño para cualquier deportista ir a los Juegos. También es el mío, pero ahora ese sueño se ha convertido en un objetivo real. Lo voy a intentar con todas mis ganas. Mi objetivo es una medalla olímpica para mi tierra, Andalucía. Si no es en Tokio será en los próximos, pero trabajaré para conseguirlo.
-¿Por qué le gusta tanto la competición en aguas abiertas y si es mar con olas mejor?
-Es un deporte donde entran en juego técnica, estrategia y factores imprevisibles como las condiciones climatológicas. Hay que pensar y decidir rápido, sobre la marcha. Estás en las dos horas que dura la carrera muy atenta a lo que pueda ocurrir. Personalmente me divierte mucho y si es en el mar mejor, por las propias condiciones del mar.
Quiero dar las gracias a todos los que están en mi día a día, pero en ésta ocasión me gustaría agradecer con más énfasis si cabe a mi familia, mis padres y mi hermana, pues desde que empecé a nadar con dos años, siempre han estado apoyándome en todo. Cuando empezó esto de una forma más seria, en el club Torremolinos empezaron las dobles sesiones. Mi madre cogía la autovía por las mañanas y después empecé en el Centro Especial de Tecnificación Deportiva de la FAN y mi padre se levanta a las cinco de la mañana para llevarme a Inacua. Gracias porque sé el esfuerzo que hacéis diariamente. Hace ya seis años que esto empezó, siempre pendiente de que yo esté bien, haciendo lo imposible para que no me falte nada para mi preparación deportiva y académica. El otro día comentaba Xavi: Hay una persona que nunca se ha quedado dormida, que nunca ha faltado a los entrenamientos. Esa es Paula… y ahora yo añado y mis padres tampoco. Nunca han faltado a llevarme, ni se han quedado dormidos.
Gracias por todo. Os quiero!!!

Foto pequeña: Paula Ruiz junto a su entrenador en el CETD de la FAN, Xavi Casademont.

Foto grande: Paula Ruiz, en el centro, tras ganar la pasada campaña la etapa de la Copa LEN de Barcelona.

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